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Instalación artística de la Ruiseñora Andrea Echeverri Arias

& Aterciopelados: Un canto de sororidad por las víctimas de violencia sexual en Colombia. Obra comisionada y producida por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, con la curaduría de María Belén Sáez de Ibarra. 

Para conmemorar los 40 años del Día Internacional de la NO Violencia Contra La Mujer, la Dirección de Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia, la Ruiseñora Andrea Echeverri Arias & Aterciopelados presentaron la exposición OVARIOS CALVARIOS en el Museo Claustro de San Agustín. Una acción de resistencia donde la delicadeza de la cerámica de Andrea Echeverri se une a tres poderosas canciones, ‘Ovarios’, ‘No se viola’ y ‘Plañidera’, para transformarse en rostros, cuerpos, tetas, vaginas, consignas, lágrimas, espejos, música, videos y denuncia. Un homenaje a las mujeres víctimas de violencia sexual, un acto de sororidad para recordar y abrazar a Jineth, a Rosa Elvira, a Yuliana, a Allison, a Salomé, a Laura, a María Jovita, Angela, Camila, la manifestante, la patrullera, la niña embera y todas las mujeres que han sido violentadas sexualmente. Con curaduría de María Belén Sáez de Ibarra y la música de Aterciopelados acompañada de las voces de las cantantes y activistas Andrea Echeverri, La Muchacha Isabel, Las Añez y la cantautora mexicana Vivir Quintana.

“La artista quiso trabajar este tema tan violento, a través de la técnica de la cerámica, un material supremamente delicado, frágil. Algunas piezas expuestas se rompieron en el proceso y fueron integradas para mantenerles su razón de ser como metáfora de reconstrucción y resiliencia. La cerámica es tan frágil como lo es la psiquis, la piel y los órganos. Las heridas de la violencia sexual no se superan y la cerámica queda rota para siempre. Todo el proyecto es delicado: la voz, los sonidos, la cerámica. Los cantos y especialmente la voz de Andrea, es caricia; la música, con la fusión de Héctor, es compañía y acción de memoria”. 

María Belén Sáez de Ibarra, curadora

‘OVARIOS CALVARIOS’ es una visita al mundo creativo de Aterciopelados, dispuesto para aliviar un trauma colectivo que no es visible, que no tiene rostro ni nombre, que se mantiene silente para y por muchos. A través de las delicadas creaciones de cerámica de Andrea Echeverri, los personajes que ella ha creado de sí misma, música, videos, vestuarios e imágenes, se construye una puesta en escena barroca donde el estilo dulce, colorido y pop de Aterciopelados acoge un flagelo tan duro como la violación. Acompañados de las potentes voces de cantantes activistas como La Muchacha, Vivir Quintana y Las Añez, Aterciopelados presenta tres nuevas canciones, que rinden homenaje a la valentía de esas mujeres que se han atrevido a denunciar y ayuda a visibilizar uno de los crímenes más terribles contra la mujer.

 

Nunca más ultrajada ninguna mujer

Sus vulvas intactas, dueñas de su placer

Nunca más a la fuerza, obligadas a nada

Solo por mutuo placer, ser penetradas

Canción ‘Ovarios’. Andrea Echeverri feat Vivir Quintana

 

Estampadas en la entrada, un coro de vaginas recuerdan al unísono que ¡No se viola! y preparan al visitante para un recorrido por un espacio que es denuncia y es amor. Al interior, la cerámica expresiva de las creaciones de Andrea Echeverri, que resalta la cultura popular colombiana, se toman el primer piso del Claustro de San Agustín. Una muestra enmarcada por ocho rostros gigantes que erigen su dignidad y su dolor en las paredes de la primera sala. Ocho caras que observan atentamente al espectador mientras lloran lágrimas de colores. Y aquí las lágrimas salen también de las vaginas, de las tetas y se transforman en fluido corporal, fuente de vida y también de dolor, de emociones y juntanza: “Trabajo las lágrimas con el concepto de la plañidera, porque yo no quiero que bailemos sino que juntas chillemos”, explica Andrea Echeverri.

Plañidera

Alaridos, aullidos, berridos, quejidos

No es campo de batalla el cuerpo femenino

Violaciones, que cojones

Somos portal fecundo

Por donde entraste al mundo

Dolor produndo, de llanto inundo

La culpa evito, sin miedo lo grito

Canción ‘Plañidera’. Andrea Echeverri feat Las Añez

 

Estas 8 caras se acomodan junto a 2 cuerpos y 20 vaginas que también son espejos, para mirarnos y recordarnos que todos somos parte de ellas porque nacimos de ese lugar sagrado, frágil, divino, dador de vida, de amor y placer. Y aquí Andrea subraya: “Mi teoría es que cómo usted puede violar el mismo lugar por el que entró, ese lugar que le dio vida no debe ser violentado”.  Estas vaginas van enmarcadas con los nombres en rojo de muchas víctimas y frases que recuerdan que todos somos cada una de ellas. Igualmente, se expone una exquisita vajilla creada por La Muchacha, donde con ilustraciones se habla de las heridas y el respeto de la manada sorora. Así, esta sala se convierte también en celebración femenina, un espacio cálido y afectivo que busca acompañar y dar consuelo.

No se viola, no se viola

No se viola ¡no!

No se penetra a la fuerza en el nido divino

Respetico, por ahí todos nacimos

(…) Mi cuerpo no es un botín

Tu miembro no es un fusil

Canción ‘No se viola”. Andrea Echeverri feat La Muchacha

 

Esta sinfonía lacrimógena se extiende a la segunda sala, donde las vaginas se enfilan junto a varias pantallas que proyectan los videos de las canciones y a piezas construidas a partir de sus enérgicas letras. En ‘Ovarios’, junto a la mexicana Vivir Quintana, se eleva el conjuro de “ser de quien ya nunca más se aprovechará el macho abusivo”, un aullido furioso por respeto a la vagina, en un video creado por Dorsal caracteres y Tastuanarte. Mientras en ‘Plañidera’, Aterciopelados y Las Añez recuerdan “que no es campo de batalla el cuerpo femenino”, con la creación audiovisual de Diana Rico. Y como en un ritual ardiente se une La Muchacha en ‘No se viola’, con video de Juan Andrés Moreno y Antonio Mariño. Una sala de introspección, para ver, escuchar y sentir, donde también se muestran algunos vestuarios de Joyas Blandas y donde Dayra Benavides, 3 veces ganadora del mejor traje del Carnaval de Blancos y Negros de Pasto, exhibe su sombrero Nube Tormentosa, su máscara Útero y su Top Multitetas

 

“Allí también se levanta una entidad femenina compuesta por muchos senos que emanan leche, una entidad poderosa, dadora de alimento, de fertilidad y de fuerza, que evoca un orden de lo sagrado, donde la vida se cuida, se ama; donde la violencia se considera un lugar opaco, sin conciencia. Estamos en una sociedad donde la violencia aumenta y la violencia sexual empieza por las casa y las familias y continúa en todos los espacios, especialmente en la guerra, escalada a dimensiones inimaginables, de las que nadie habla y que toca desde los niños y las niñas, con una crueldad que ha roto todos los límites de la humanidad”, explica María Belén Sáez de Ibarra.

 

‘OVARIOS CALVARIOS’ es un abrazo a todas esas mujeres que en algún momento fueron violentadas sexualmente. Nombres que tenemos que nombrar para devolverles su dignidad:

 

A Jineth Bedoya; a Rosa Elvira Cely; a Yuliana Samboní; a Allison Meléndez; a la niña Embera; a Claudia Morales; a Viviana Vargas; a Alejandra y Angie; a Vanessa; a Adriana; a Doña María; a María Jovita; a la niña Salomé; a Jimena la universitaria; a Maura Alejandra; a Laura; a Maritza; a Camila; a la niña Sofía; a Dayana; a María y a Angela, de Tumaco; a Diana Fernanda; a Manary y su madre Yinérida; a Sandra, del Vichada; a Maritza la militar; a la periodista Camila; a la paciente Laura; a Juanita la estudiante; a la manifestante; a la patrullera; a los niños y niñas de los refugios familiares; a las 337 mujeres desplazadas y a las 135 campesinas, violentadas sexualmente. Casos que fueron noticia y que representan a muchos otros que guardan su historia fuera de los tabloides*.

 

*Estos nombres fueron tomados de casos debidamente registrados por el Colectivo Vestigios.

 

 

Obra comisionada y producida por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia

 

ANDREA ECHEVERRI ARIAS / Artista

Ceramista de profesión, feminista cantante, activista antibélica, ruiseñora, sudamericana rockera. Como cantante y compositora ha trabajado en el ambiente musical desde los 90`s y junto  con Héctor Buitrago crearon la emblemática banda de rock colombiano Aterciopelados. En su trayectoria musical ha construido una propuesta única y rebelde, que representa la independencia alternativa. Canciones explosivas de pura esencia, de no apariencia, que reflejan a Colombia, la cuentan, lloran luctuosas por ella y se la imaginan mejor. Aterciopelados construye un lugar femenino, poderoso y estético desde lo lúdico, mágico y creativo. Muchas nominaciones, premios, listados y 3 Grammys son un pálido reflejo de 30 años de aventuras y viajes, búsquedas y grandes hallazgos. Cuenta con tres álbumes como solista. Como ceramista ha participado en La Bienal de Arte de La Habana - Cuba (1994), La Bienal de arte del MAMBO - Bogotá (1995), Exposición individual en el marco de la FIL, en el Centro Cultural Diana en Guadalajara - México (2007), Retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, Colombia (2008).

 

A finales del 2012 una de sus obras fue llevada al Museo de Antioquia para ser parte de un diálogo entre cerámica contemporánea y cerámica precolombina. Participó en la exposición del Museo Nacional "El barro tiene voz" (2013) y con su exposición Ruiseñora Fuego y Canto expuso en el Museo de La Universidad Jorge Tadeo Lozano (2014), el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga (2015) y la Casa de la Música de la Fundación EPM - Medellín (2016).

 

 

MARÍA BELÉN SÁEZ DE IBARRA / Curadora

Curadora, editora y gestora cultural. Abogada socio economista de la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá con maestría en Derecho Ambiental e Internacional en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS), de la Universidad de Londres. Ha sido profesora de la Maestría en Estudios Culturales de la Universidad Javeriana y de Políticas del Arte en la Universidad de los Andes. Hace parte del Comité asesor de artes de la Subgerencia cultural del Banco de la República y del espacio de arte y memoria Fragmentos. Después de algunos años vinculada al Ministerio de Cultura de Colombia, como asesora en artes y patrimonio, desde 2007, está a cargo de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia. Esta Dirección programa y dirige el Museo de Arte (contemporáneo), el Auditorio León de Greiff (sala de música acústica de gran escala) y el Claustro de San Agustín (edificio colonial dedicado a la memoria histórica). Trabajando transdiciplinariamente, ha enfocado este programa público a la puesta en marcha de encargos o comisiones artísticas y la producción de grandes proyectos experimentales, involucrando equipos colaborativos para trabajar en investigación a largo plazo.

 

Una de las líneas de investigación que lleva a cabo es el proyecto Selva Cosmopolítica en el que confluyen las artes, el patrimonio y el trabajo con las comunidades en su territorio. Ha sido parte de los procesos curatoriales en la Bienal de Sao Paulo y La Habana, y cocuradora de la Bienal de Shanghái (2018-2019); ha curado exposiciones que se relacionan con el espacio y la instalación a gran escala; también producciones musicales y teatrales tanto clásicas como contemporáneas. Ha trabajado con artistas como Ryoji Ikeda, Clemencia Echeverri, José Alejandro Restrepo, Miguel Ángel Rojas, Úrsula Biemann, Doris Salcedo, Heiner Goebbels, Diana Rico, Richard Décaillet y Oscar Murillo, entre muchos otros. Igualmente, ha curado y producido obras monumentales, acciones de paz y duelo; exposiciones de memoria y reconocimiento de lo asesinado, ocultado y acallado por la violencia política, como contribuciones a un activismo cultural por la paz de Colombia y la implementación de los acuerdos. Entre ellas, La Resurrección de la fe, Una Misa por la Reconciliación, obra monumental comisionada a Juan Pablo Carreño y dirigida por Maxim Pascal; la exposición El Testigo: Memorias del conflicto armado colombiano en el lente y la voz de Jesús Abad Colorado. 1992-2020; Sumando ausencias, acción de paz convocada por Doris Salcedo en la Plaza de Bolívar, y Quebrantos, acción por los líderes asesinados, también de Doris Salcedo, en la Plaza de Bolívar.

Por Mónica Suárez. 

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